Un estudio del centro Babson Collegue, coincide en que gran parte de las ideas puestas en marcha surgen de la actividad que el empresario realizaba anteriormente, y 10% son producto de un “golpe” de inspiración. Los emprendedores mexicanos, además de ágiles para hallar una oportunidad en un nicho aparentemente cubierto, se destacan por tomar riesgos, estudian a sus competidores y ponen en juego lo que tienen para que el proyecto crezca.
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Tener emprendedores preparados y capaces de crecer sus empresas, es lo deseable y en cierta medida los mexicanos que trascienden con sus empresas reconocen el valor de seguirse preparando. En una aceleradora de negocios, como Endeavor, 51% de empresarios con quienes trabajan han invertido una especialización para manejar el negocio.
El 20% de la población que emprende considera importante estudiar administración de proyectos, mientras 14% optaría por planeación estratégica, y 7% se capacitaría en finanzas para no financieros, revela una encuesta de OCCEducación, entre casi 800 participantes.
Aunque tienen interés por prepararse, los emprendedores mexicanos deben romper algunos errores, recurrentes cuando inician un negocio, entre éstos ‘aferrarse’ al producto o servicio que desarrollan al grado de mostrar poca flexibilidad a cambiar su modelo de negocios.
Otra característica afín a emprendedores en el país es su financiamiento: familiares y ahorros en 90% de los casos, esto quizá no sea distinto a la cultura de emprendimiento en otras regiones, pero sí es un “sello propio” no asesorarse legalmente. “El mexicano hace negocios de palabra”, afirma Alfredo Maldonado Sansores, Gerente de Proyectos de Fundación ProEmpleo y detalla que esto se extiende a carecer de propiedad industrial y patentes, así como una política clara sobre cómo desarrollar la sociedad con amigos, y cómo actuará la empresa si un cliente no paga.
Los emprendedores mexicanos necesitan estar más abiertos a recibir consultoría externa, sin temer compartir su formación, pero deben tener un mejor proceso de escucha y feedback (retroalimentación) sobre cómo mejorar sus procesos e identificar nuevos mercados.
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